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Capitanich consideró que es responsabilidad de las autoridades de River identificar a los agresores y hacer la denuncia.
El jefe de Gabinete expresó su “repudio” a los hechos de violencia ocurridos ayer en la confitería del Club Atlético River Plate, pero dejó claro que es “responsabilidad” de las autoridades de la institución “identificar” a los agresores y hacer la denuncia correspondiente para propiciar “la investigación y la condena” judicial.“Repudiamos este tipo de hechos de violencia, se trata de un hecho delictivo que debe ser juzgado y condenado por un juez competente”, dijo Capitanich en declaraciones formuladas esta mañana en su habitual conferencia de prensa.
Agregó que por tratarse de la irrupción de “supuestos barras bravas” en las instalaciones de un club, “son las autoridades” de la entidad deportiva las que deben implementar “mecanismos de seguridad en cuanto al acceso a estadios e instalaciones”.
“Se supone que a las instalaciones deportivas nadie ingresa si no es socio”, por lo que si es socio y realizó hechos delictivos “debe ser identificado”, y luego “retirarle el carnet, hacer la denuncia policial y propiciar un juicio que tenga condena”.
Capitanich reiteró que “actitudes de esta naturaleza son deleznables y repudiables”, y que “hay una responsabilidad de las autoridades de la institución por facilitar el acceso” y porque son ellos mismos los que “deben propiciar la denuncia para la posterior
condena”.
El jefe de ministros consideró, también, que “si hay un entramado de negocios debe ser investigado y resuelto”, y si hay “vinculación de barras bravas” con autoridades del club podría ser una “asociación ilícita”.
Unos cien integrantes de una facción disidente de la barra brava de River Plate ingresaron ayer al club y en la confitería agredieron con palos, cadenas y armas blancas, a socios y a miembros de la barra oficial.
Según informaron ayer fuentes del club, un pequeño grupo de barras, referenciados como los 'Verdaderos Borrachos del Tablón', fueron a la oficina de socios a buscar entradas, que les fueron negadas, mientras otro grupo se trasladó a la confitería donde detectó la presencia de integrantes de la barra oficial.
Instantes después, unos noventa miembros de la barra disidente, encapuchados, ingresaron por un estacionamiento de la avenida Figueroa Alcorta, en el barrio porteño de Núñez, y en la confitería del club agredieron a socios y a integrantes de la barra 'oficial' -Los Borrachos del Tablón-.