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La timba financiera en la que juegan las prepagas
El caso testigo de OSDE. Mientras aumentan los cuotas, las empresas de medicina invierten la plata de los afiliados en mesas de dinero. El juicio que sacó todo a la luz. Por: Gimena Fuertes. El negocio de la salud no para de crecer y los beneficiarios son algunos pocos empresarios dueños de las prepagas, pero también de algunas obras sociales. Luego de que estas empresas consiguieran a manos del gobierno de Javier Milei la desregulación que les permitió sacarse de encima costos que ahora recaerán sobre los pacientes, Tiempo Argentino pudo saber que OSDE, una de las obras sociales más caras el país, puso parte de sus fondos en financieras en lugar de reinvertirlo en la calidad de servicio a sus socios. El escándalo saltó a partir de que se conocieran las ramificaciones de la estafa de la financiera Wenance, la fintech de Alejandro Muszak, ahora detenido.Tanto OSDE como la obra social de Comisarios Navales, con la que OSDE tenía un convenio para captar afiliados y derivar aportes, se presentaron como acreedores ante el juzgado civil y comercial número tres de San Isidro, en el concurso de Be Capital, una de las empresas que componían el complejo entramado societario de Muszak. Si bien las prepagas tienen dueños o accionistas que pueden tomar decisiones financieras sobre sus activos sin restricciones, en las obras sociales, como OSOCNA, (OSDE comenzó como obra social y luego se volvió prepaga), los directivos son meros administradores del patrimonio de los socios y ese manejo está regulado por estatutos y normativas internos. Según consta en el expediente, OSDE puso fondos en esa financiera por $ 477.405,87, en tanto Obra Social de Empresarios, mientras que a través de la Obra social de Comisarios Navales colocó $ 256.329. Si bien esos montos parecen bajos a noviembre de este año, no hay información de cuándo se hizo esa inversión, ya que el escándalo de esa financiera estalló en los primeros meses de 2016. En el expediente al que accedió Tiempo, la mayoría de los que reclaman son personas físicas que fueron estafadas por esta financiera, son muy pocas empresas las que aparecen. Wenance es la fintech que prestaba dinero por Internet a sectores no bancarizados de la población. Desde 2016 fue demandada sucesivas veces por usura y cobros abusivos a los tomadores de crédito. En julio de 2023 dejó de cumplir sus obligaciones con los inversores. La investigación penal confirmó que Muszak, apodado por el periodismo como “El Madoff de Olivos”, realizaba intermediación financiera ilegal, sin licencia del Banco Central (BCRA). Su operación consistía en emitir títulos de deuda por esos préstamos y colocarlos, tercerizando así el riesgo. Según consta en el expediente llegó a vender hasta seis veces el mismo préstamo, lo que constituye una típica conducta de esquema Ponzi, donde los nuevos inversores pagan los beneficios de los anteriores. Los peritos establecieron que el monto total de la estafa ya superó los 300 millones de dólares. Entre los damnificados están OSDE y Comisarios Navales.
Las empresas fintech, como Wenance, tienen escasísimo control por parte del BCRA, debido a la ley de entidades financieras todavía vigente y sancionada por la última dictadura cívico militar. La noticia coincide con el malestar de los socios. OSDE fue trending topic en la red social X en las últimas semanas por la resolución 3934 del actual superintendente de Servicios de Salud y ejecutivo de ese grupo durante 29 años, Gabriel Oriolo, es decir, que ahora tiene la función de controlar la empresa en la que trabajó por casi tres décadas. La norma exime a las empresas de cubrir prescripciones realizadas por médicos por fuera de la cartilla, justo cuando los afiliados más se vuelcan a consultas privadas que ahora deben pagar de su bolsillo. Ahora OSDE aparece colocando dinero en una financiera que tiene al menos dos causas abiertas por lavado de activos. La primera, de 2021, tramita en el juzgado penal económico de Rafael Caputo. La más reciente recayó sobre el juez Daniel Rafecas. La exclusión de la cobertura de medicamentos y estudios prescriptos por médicos que no figuran en cartilla es la última de las ventajas que la Secretaría de Salud, ahora en manos de Mario Lugones, exdirectivo del hospital Güemes, implementó desde la llegada del gobierno libertario. La primera había sido el suculento aumento de las cuotas habilitado por el exsecretario Mario Ruso, que cayó sobre los bolsillos de los socios y aportantes. La supuesta marcha atrás del gobierno para frenar el aumento licuó en 12 cuotas la devolución a los pacientes. La timba con la plata de los socios por parte de las prepagas y obras sociales con funcionamiento de prepagas no es nueva. Ya durante el gobierno del Frente de Todos lo había advertido la exvicepresidenta Cristina Fernández. Por lo pronto, las prepagas y obras sociales anunciaron nuevos aumentos para noviembre, incluso por encima de la inflación, ya que las sumas varían entre el 3,9% y el 6,9%, mientras que el índice de precios al consumidor fue en octubre de 3,2%.