Intenacionales
Un inédito despliegue militar le cambia el rostro a París.
Más de 6.000 militares patrullan la capital francesa y sus suburbios luego del atentado a Charlie Hebdo, una intimidante presencia que alteró la ciudad y que sorprende y tranquiliza a los parisinos, en una semana en la que hubo 150 incidentes menores.
"Sí, es un poco pesado el equipo. Son cuatro kilos del fusil y ocho más del chaleco anti balas", dijo a Télam el sargento Julles, quien, portando un fusil de asalto Famas y acompañado por otros siete efectivos y dos camiones, custodia una sinagoga del distrito 19 de París, uno de los barrios con mayor presencia judía.
Si no fuera porque los militares llevan boina en vez de casco, el equipamiento de los efectivos desplegados dentro de las hexagonales fronteras galas sería exactamente el mismo que utilizan los militares franceses que se encuentran interviniendo en las convulsas naciones africanas de Mali y República Centroafricana.
En medio de temperaturas bajo cero, vecinos o comerciantes les acercan termos con cafe y croissants (medialunas) a los militares que custodian la sinagoga, mientras cada tanto algún transeúnte los aplaude como muestra de respeto y aliento.
"Es llamativo tener que custodiar París, pero lo vivimos como una misión más, aunque la recepción de la gente es mucho más calurosa aquí que en el exterior", expresó el sargento Julles, quien participó en intervenciones en Afganistán, Costa de Marfil y Mali.
"No creo que los atentados hayan cambiado la percepción del Ejército entre los franceses. El 85% de los franceses dijeron amar a su Ejército en una encuesta en diciembre. Estamos para protegerlos y en un marco legal, no vamos a hacer cualquier cosa",señaló, por su parte, Jean-Claude Jeune, presidente del Instituto de Altos Estudios de la defensa nacional (IHEDN) al canal France 3.
Con 10.000 hombres en total, el despliegue militar, dispuesto el 11 de enero, cuatro días después del ataque a Charlie Hebdo, como medida de refuerzo al plan antiterrorista Vigipirate, es tan importante que supera a los 8.500 efectivos en misiones de intervención en Africa y Medio Oriente.
"Es lo mismo patrullar en París o en una misión en el exterior, es necesaria la misma capacitación. Debemos asegurar a la población sin ser un factor de preocupación extra y sobre todo, estar muy atentos y concentrado", explicó hoy el general Hervé Charpentier a la radio France Info.
Los soldados se encuentran acantonados en uno de los centros del plan antiterrorista Vigipirate, en la localidad de Saint-Germain-en-Laye, al oeste de la capital.
Los militares custodian 310 centros de cultos y escuelas en la región parisina, principalmente sinagogas y escuelas judías.
En total, 6.200 de los 10.000 militares desplegados en todo el país se encuentran en la vasta región parisina, una situación sin precedentes que sorprende, pero al mismo tiempo da mayor seguridad a muchos parisinos.
"No deja de sorprenderme salir de casa y ver a militares en el correo, en la sinagoga, en la Alcaldía. En una vuelta por mi barrio puedo cruzar 20 militares armados; es raro pero al mismo tiempo me siento protegida", dijo Marie-Luise, propietaria de una panadería del distrito 19, en el noreste de París, en declaraciones a Télam.
Sin embargo, la presencia militar derivó en 150 incidentes en 10 días, informó hoy el ministerio de Defensa.
Entre los incidentes relevados figuran, principalmente, provocaciones e insultos, pero también detenciones de sospechosos de filmar o fotografiar "las posiciones militares" y hasta amenazas de muerte con armas de fuego en un liceo judío del suburbio norte de la capital Seine-Saint-Denis.
Casi sin custodia especial, y en un fuerte contraste con las súper vigiladas sinagogas, las mezquitas se convirtieron en blanco de ataques vandálicos -un total de 33- después del atentado islamista radical a la revista satírica Charlie Hebdo.
Si se suman los ataques a practicantes musulmanes, en total 128 actos islamófobos fueron denunciados en Francia entre el 7 y el 20 de enero, casi tantos como se registraron en Francia en todo 2014, según denunció hoy el Observatorio Nacional contra la Islamofobia.
Entretanto, la Radio Francia Internacional (RFI) reveló esta semana que una decena de ex militares galos se encuentran entre los 1.400 jóvenes franceses que se sumaron al rango de las milicias islamistas del Estado Islámico (EI) y otros grupos yihadistas en Siria e Irak.
El miércoles, en conferencia de prensa, el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian confirmó la información pero también la minimizó, al sostener que "existen casos pero son de una extrema rareza".
En abril pasado, un video de un grupo islamista en Siria mostró a un ex miembro de un regimiento de paracaidistas francés convertido al islam que incitó a sus antiguos colegas de fuerza de religión musulmana a sumarse a la "guerra santa" (yihad).
En tanto que el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, afirmó anoche que 73 yihadistas franceses murieron "en el terreno de las operaciones en Siria e Irak".
En una emisión televisiva, Cazeneuve reconoció que pese a la nueva ley que endurece las sanciones a los jóvenes franceses que partieron a pelear la yihad continúa en aumento y ya alcanza los 1.400.
Luego de los atentados en París, el gobierno socialista anunció, entre otras medidas, la creación de 1.100 puestos para los servicios secretos y 425 millones de inversión para equipamiento y mejora de los sistemas informáticos.