Economia
La actividad económica cayó 5,7%, sigue en el pozo
La actividad económica cayó 5,7%, sigue en el pozo y el resto del 2019 está atado al dólarUna buena: contra diciembre hubo un repunte de 0,6% desestacionalizado
por Mariano Cuparo Ortiz
La actividad económica abrió el 2019 hundida en el pozo: la caída contra enero del año pasado fue de 5,7%, tras la sequía, el impacto de la crisis cambiaria que arrancó en abril, y que tuvo su continuidad hasta septiembre, y tras la profundización recesiva que generó el apretón monetario y fiscal ordenado por el FMI.
Los datos fueron publicados ayer por el Indec y también dejaron una buena: contra diciembre, hubo una mejora de 0,6% desestacionalizada. Ese último número muestra que, aun en lo profundo del pozo, hubo un leve repunte.
Esa leve recuperación es la segunda consecutiva: diciembre fue un poco mejor que noviembre. Y así algunos analistas comienzan a preguntarse si en el primer trimestre llega el fin de la recesión. Es decir: que si bien no se puede hablar de crecimiento ni de quiebre de tendencia, tal vez se pueda empezar a pensar en que se tocó piso. Unos datos ponen en discusión esa idea: principalmente el nuevo round de suba del dólar en marzo y también los datos de febrero que ya publicaron los privados para industria (caída de 0,3% contra enero, según Orlando Ferreres y Asociados), comercio (contracción de 1,5% contra enero según la Fundación Germán Abdala) y construcción (sube 5,3% contra enero y cae 13,2% interanual).
Para 2019 los privados y el FMI descuentan que habrá caída del PBI de entre 1% y 3,5%
Un matiz a destacar es que la mejora de 0,6% de enero contra diciembre es menor a la de diciembre contra noviembre, que fue de 1% y en febrero, si se vuelve a dar, sería aun más acotada. El director socio de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, sostuvo: "Son datos provisorios pero se sumó la segunda suba consecutiva del mes contra mes desestacionalizado. Febrero apunta en similar sentido, aunque me parece que la magnitud será algo menor. La duda aparece en marzo. El equilibrio entre la inyección de AUH y jubilaciones y la cosecha, por un lado, y la mayor volatilidad nominal por el otro".
Ahí se juega el partido 2019, que ya arrancó con derrota cantada por el lado de la actividad. Si bien el Gobierno insistió en la última actualización del Programa financiero con un "crecimiento nulo", el FMI espera que la contracción sea de 1,7% en un escenario base u optimista. Para los privados ese número oscila entre 1% y 2%. Pero en sus mediciones pesimistas, que incluyen un nuevo escenario de inestabilidad cambiaria, los privados prevén que ese número se puede extender hasta 3,5%.
El economista jefe de Management & Fit, Matías Carugati, reseñó: "En marzo tuvimos aceleración de inflación, depreciación del peso, encarecimiento del crédito y aumento de la incertidumbre. Los brotes verdes que entusiasman al gobierno podrían haber perdido algo de color. Puede ser que estemos saliendo del pozo, pero todavía seguimos muy abajo. Y hacia delante se espera una gradual recuperación pero que sea con más o menos fuerza dependerá, entre varios factores, de evitar crisis cambiarias".