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El Premio Nobel de Economía 2014 fue para el francés Jean Tirole.
El profesor y economista fue reconocido por sus análisis del poder y las regulaciones de mercado. El premio fue anunciado esta mañana por el jurado en Oslo. El francés Jean Tirole fue premiado hoy con el Nobel de Economía 2014 por sus análisis del poder de las empresas, la competencia y su regulación, anunció hoy la Real Academia de las Ciencias sueca."Estoy muy emocionado", dijo Tirole, quien habló telefónicamente desde Toulouse con la conferencia reunida en Estocolmo; y agregó que el mundo se mueve hacia el establecimiento de autoridades globales que regularán las empresas globales, según publicó el portal de la BBC.
El jurado sostuvo que los trabajos de Tirole "arrojaron luz" sobre la regulación de diferentes sectores económicos -desde telecomunicaciones hasta banca- dominados por pocas empresas y sobre la capacidad de los gobiernos para fomentar la competencia.
Según su trabajo, muchos sectores industriales están dominados por un pequeño número de grandes empresas o por un
monopolio; si no se regulan, esos mercados producen "efectos socialmente indeseables", como precios más elevados que los costos o compañías poco productivas que sobreviven bloqueando la entrada de nuevos competidores.
Desde mediados de los años ochenta, Tirole "ha insuflado nueva vida en la investigación de esos fallos de mercado", sostuvo la Academia Sueca, según publicó la agencia EFE.
Sus análisis de compañías dominantes generaron una teoría unificada con gran influencia en cuestiones políticas claves como el papel que deben desempeñar los gobiernos a la hora de "abordar las fusiones o cárteles" o al regular los monopolios.
Antes de sus estudios, señala el jurado, investigadores y políticos buscaban principios generales para todos los sectores, con reglas simples como la limitación de los precios de los monopolios o la prohibición de cooperación entre competidores.
Tirole demostró teóricamente que tales reglas pueden funcionar bien bajo determinadas condiciones, pero que en algunos casos pueden ser más dañinas que beneficiosas.
La fijación de precios máximos, por ejemplo, puede llevar a las empresas dominantes a reducir costos, algo bueno para la sociedad, pero también puede derivar en ganancias excesivas, algo negativo, recoge el jurado.
La cooperación entre empresas para fijar precios suele ser perjudicial, pero cuando se da en torno a las patentes puede ser beneficiosa; la fusión de una empresa con uno de sus proveedores puede fomentar la innovación, pero también puede distorsionar la competencia, añadió.
En 1983, junto a Drew Fudenberg, Richard Gilberto y Joseph Stiglitz, Tirole publicó un trabajo que analizaba las condiciones de las competencias entre las empresas para patentar innovaciones.
Ellos predijeron que esa competencia impulsaba la inversión en investigación y desarrollo si las diferentes compañías tenían un nivel similar, pero la inversión decaía si una de las competidoras tenía un tamaño muy superior a las otras.
El investigador francés defiende la necesidad de adaptar las políticas a cada sector de la economía.
Según la Academia Sueca, a partir de sus planteamientos los gobiernos pueden fomentar que las empresas sean más productivas y, al mismo tiempo, evitar que causen daños a los competidores o consumidores.
Tirole, nacido en 1953 en Troyes, Francia, es ingeniero por la Escuela Nacional de Puentes y Caminos (1976) y la Politécnica (1974) y se doctoró en Economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (1981).