El Gobierno de Joe Biden admitió que el índice sería alto por una suba del precio de los combustibles y los alimentos. Ahora el foco está en la Fed. La inflación en Estados Unidos subió en junio a 9,1% interanual y se acercó a los máximos de 41 años. En consecuencia, ahora el foco está en la Reserva Federal y su decisión sobre mantener el ritmo de suba de tasa de interés previsto o acelerarlo. La secretaría de prensa de Joe Biden, Karine Jean-Pierre, había reconocido que el gobierno esperaba un "indicador elevado" de inflación que refleja un alza en el precio de los combustibles y los alimentos. Pero al mismo tiempo sostuvo que es un dato "desactualizado" ya que el precio de la gasolina comenzó a descender en julio. Las consultoras esperaban un 8,8% interanual. En este contexto cobra vital importancia el próximo viaje del presidente, Joe Biden Medio Oriente, donde intentará convencer a los principales países de la región de que produzcan más petróleo. Los estudios económicos dan cuenta de una merma en los valores de los combustibles en el inicio de julio y por tal motivo esperan un recorte de la tasa de inflación en el final del período.